1/ Dormir te permite recuperarte: parece obvio, pero al igual que nuestros teléfonos inteligentes, necesitamos recargar nuestras baterías todas las noches... ¡para poder operar de manera eficiente y sostenible!
2/ Dormir, por lo tanto, refuerza tu sistema inmunológico para defenderte de ataques y pequeños microbios a diario. Pero también para prevenir enfermedades potencialmente más graves:
cardiovascular por un lado al permitir que el corazón se ralentice y por lo tanto ahorre energía;
neurológico por otro lado, al permitir que el cerebro se limpie de los desechos celulares, cuya acumulación favorece las patologías neurodegenerativas.
3/ Dormir reduce el mal estrés y sus efectos nocivos para el organismo: cuando falta sueño, la producción de cortisol, apodada “la hormona del estrés”, aumenta y por tanto repercute en el bienestar general.
4/ Dormir ayuda a combatir los trastornos del estado de ánimo, pensando en la depresión: necesariamente, exhaustos, tendemos a rumiar y dejarnos abrumar por la menor dificultad. ¡Bien descansado, es más fácil ser positivo!
5/ El sueño estimula y consolida el aprendizaje: una mala noche supone un 30% menos de capacidad para asimilar información. ¡Muy mal cálculo durante el período de exámenes!
6/ Dormir favorece la memorización y por lo tanto fortalece la memoria a corto y largo plazo: ¿has notado alguna vez cómo sorprendentemente te mareas más cuando has dormido poco?
7/ Dormir ayuda a regular tu metabolismo, al reducir la producción de ghrelina, la hormona que favorece el apetito, y por lo tanto la ingesta de alimentos y el peso: por lo tanto, dormir ayuda a prevenir ciertas patologías relacionadas con la mala alimentación o el sobrepeso, como la diabetes tipo 2. Bien Por lo tanto, la higiene del sueño es inseparable de cualquier dieta.
8/ Dormir aumenta la libido, al regular la tasa de hormonas sexuales, en particular la testosterona. Mejores noches de sueño, por lo tanto, paradójicamente, le aseguran noches agradables y un poco más inquietas...
9/ El sueño preserva el capital de la juventud, ya que es durante la noche cuando las células de la piel se regeneran
10/ Dormir favorece las relaciones sociales: una buena noche nos hace estar de mejor humor, más abiertos y sonrientes... ¡y lo puedes sentir directamente!